viernes, 19 de diciembre de 2014

¿Has liado alguna en las cenas de empresa?

Si hay algo típico en estas fechas, son las cenas de empresa. Probablemente ya han empezado, pero hoy es uno de los días más claves, justo la semana antes de Navidad (el viernes antes, para precisar). Porque sí, son los viernes. ¿Por qué? Pues para que tengamos dos días por medio para recuperarnos y que el lunes rindamos en el trabajo. Oye, que listos son un rato, por algo son jefes.


Yo recuerdo una época en la que tenía un trabajo, por cuenta ajena y de forma constante, esto es: pertenecía a la plantilla.
He estado en varias empresas, por lo que he visto de todo, aunque hay varios patrones que se repiten.

1. JEFE SIMPÁTICO Y GUASÓN. 
Da igual que pagues tú la cena o que el jefe la pague: él va a presidir la cena cual marqués. 
Estará ese día simpático, satisfecho, mirará en derredor y os verá a todos sonrientes. Será el que más coma, el que más baile, el que más ría, el que más beba... Pero por algún motivo, no será, NUNCA, el más borracho, por mucho que acabe con la corbata en la frente y haciendo como que toca la guitarra.  Por norma general, será secundado por su mano derecha. DESCONFÍA. Siempre se acuerda de todo. 


2. COMPAÑERO BRASAS.
Que digo yo, ¿por qué siempre nos tiene que tocar a nosotros? Déjate de clientes, de archivos, de presupuestos, de estrategias... ¡Quiero bailarrrrrrrrrrr! ¿Qué pasa, que no tienes vidaaaaa?


3. BORRACHERAS DE AUPA.
Las hay de todo tipo: chisposillas, lloronas, violentas y las de KO. Ésta última la suele pillar tu compañera, que no está acostumbrada a beber y ese día se ha venido arriba con el Rioja. "Lauri, estoy borracha". Ya lo veo, ya... Y claro, ahí tienes que estar, al quite de que no te la soben los aprovechados de turno.



4. BABOSEO DESCARADO.
El alcohol y las ostras desatan la libido de algunos, porque ese día aprovechan para decirle a su compañera que llevan tres años suspirando por ella. El problema es que esa misma idea la ha tenido todo el departamento. ¿La culpa? El escote. ¡Qué atentos todos, qué caballerosos! Ni más ni menos que esa misma mañana, cuando ibas cargada de informes y ni Dios se molestó en abrirte la puerta...



5. ROLLETE.
Esto no lo he visto mucho, pero las dos veces en las que he sido testigo,  luego NO ha cuajado. Y cuando digo luego, me refiero al lunes siguiente. Da igual que esa noche os hayáis prometido amor eterno, que os hayáis besado como si no hubiera un mañana, que os haya faltado manos y sobrado ropa... La culpa de que ahora le veas igual que a Gandy la tiene la botella de Protos que te has trincado y los tres pelotes de Ron con limón. ARREPENTIMIENTO GARANTIZADO.

6. AGUAFIESTAS
Da igual lo bien que esté la cena. Da igual que la comida esté riquísima, que el vino sea excelente, que tu jefe hoy esté simpático, que el pelota esté demasiado ocupado lamiendole el culo al jefe como para vigilarte, que el borde de turno ese día hasta sonría... Da igual. Siempre hay uno que te recuerda que ese con el que has bailado un vals es tu jefe, que esa con la que has compartido risas te quitó un cliente, que tu mejor compañera se ha liado con el chico que te gusta. Siempre lo hay. Y se llama Cabrón.


Creo que no me dejo a ninguno. 

No recuerdo (y digo bien: no recuerdo, a Dios gracias) haber liado alguna en una cena de empresas. He salido relativamente ilesa, salvo por pies destrozados, alguna borrachera controlada (y controlable), una intoxicación de ostras (anda que voy a repetir) y ganarme el apodo de Shakira.
Y tú, ¿la has liado en alguna cena de empresa?


Un, dos, tres, responda otra vez

PD: Hagáis lo que hagáis, AL VOLANTE NI UNA GOTA DE ALCOHOL.

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